Mi sobrino, Kota, se queda en casa de mi tía para asistir a la universidad en Tokio. Desde pequeña me contentaba con pasar tiempo con mi tía, una mujer a la que admiraba, bajo el mismo techo, pero mi amor por ella crecía cada vez más. No pude contenerme más. Kota, que sintió que todo su cuerpo se calentaba, se coló en el camerino y enterró su rostro en las bragas recién quitadas de su tía. Este dulce aroma es irresistible. Animado, Kota intenta usar su ropa interior como guarnición, pero desafortunadamente, su tía lo encuentra.
